domingo, 23 de marzo de 2014

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  • Enfermedades dermatológicas que afectan a los adultos:

  1.       Carcinoma Espinocelular y Basocelular:

El carcinoma espinocelular y basocelular se trata de dos tipos de cáncer de piel frecuentes, que suelen aparecer sobre zonas de la piel expuestas al sol durante largo tiempo, y que se diferencian por una característica importante:
El carcinoma basocelular sólo tiene capacidad de provocar crecimiento y destrucción de la piel localmente. Es excepcional que se extienda a distancia y que provoque metástasis. Crece lentamente a lo largo de años.
El carcinoma espinocelular, en cambio, puede extenderse por la sangre o los ganglios si es dejado a su evolución natural, y por lo tanto puede provocar metástasis y ser mortal. Su crecimiento es más rápido que el del carcinoma basocelular, en cuestión de semanas o pocos meses.

-¿Cómo se produce?:
Ambos tumores suelen afectar a personas adultas, en general a partir de los 50 años. El principal factor implicado en su aparición es la acumulación de radiación solar en la piel durante largo tiempo. A diferencia del melanoma, que está relacionado con la exposición intensa y puntual al sol en los primeros años de vida, los carcinomas basocelular y escamoso están provocados por la exposición al sol continuada y lenta a lo largo de decenios. Por ello afectan a profesiones que se realizan al aire libre, y aparecen en la cara, el pecho o las manos, es decir, en las zonas descubiertas donde habitualmente toca el sol.
En los casos concretos de carcinoma escamoso del labio existen además otros factores implicados, como el tabaco.

-Síntomas:
En su forma más frecuente, estos carcinomas pueden parecer inicialmente una pequeña verruga o bultito en la piel que crece, o una herida o pequeña llaga que no acaba de curar y cada vez se hace más grande.
El carcinoma basocelular puede manifestarse como un bultito, en general brillante, de color claro u oscuro, y con venitas o capilares en su interior. Otras veces puede tener el aspecto de una llaga o herida que no cura y se va agrandando, o de una cicatriz que descama o crece muy lentamente.
El carcinoma escamoso aparece también como un bultito, pero que crece más rápidamente, y suele estar cubierto de una costra. Es frecuente que sangre y se llague o ulcere con facilidad.
El carcinoma escamoso puede desarrollarse a partir de una lesión pre-cancerosa de la piel conocida como queratosis actínica. Se trata de manchitas rojas o marrones, costrosas o rasposas, que aparecen a partir de los 50 años en las zonas de la piel más expuestas al sol: el cuero cabelludo (especialmente en los calvos), las sienes, la nariz, las orejas, el pecho y el dorso de las manos. Son mucho más frecuentes en las personas de piel y ojos claros. Deben tratarse por la posibilidad de transformación en un carcinoma escamoso.

-Tratamientos:
El tratamiento es siempre la extirpación o cirugía del tumor. Dependiendo del tamaño y de la situación del paciente, puede ser necesaria una intervención con anestesia general, aunque la mayoría pueden operarse con una anestesia local y de forma ambulatoria, sin necesidad de ingresar en el hospital. Si el tumor afecta a zonas sensibles de la cara, como los ojos o la nariz, puede ser necesario hacer una reconstrucción de la zona mediante técnicas de cirugía plástica.
Existen tumores difícilmente operables por su tamaño, su localización o la situación del paciente. En algunos de estos casos puede optarse por la radioterapia, que también consigue curaciones en la mayoría de los casos. En la actualidad, la posibilidad de curar estos tumores completamente está en el 95%.
Algunos carcinomas basocelulares muy superficiales o de pequeño tamaño pueden tratarse con medicamentos en crema, como el 5-fluouracilo o el imiquimod, con excelentes resultados. También pueden destruirse con un bisturí eléctrico o mediante congelación con aparatos de crioterapia. Las queratosis actínicas pueden tratarse de manera similar.
Para los casos de carcinoma escamoso avanzado que se haya extendido y haya provocado metástasis, las opciones son la cirugía, la radioterapia o la quimioterapia dependiendo de cada caso.
Existen carcinomas basocelulares de tipo infiltrante que tienen muchas prolongaciones o "raíces" que no se pueden ver cuando se operan. Es frecuente que el tumor reaparezca sobre la cicatriz aunque haya sido correctamente operado, porque se han dejado células del tumor que continúan reproduciéndose. Para estos casos existe una técnica llamada cirugía micrográfica de Mohs en la que el tumor se va analizando al microscopio por fases mientras se va extirpando. Este tipo de cirugía asegura la curación completa de prácticamente el 100% de los carcinomas basocelulares infiltrantes.

-Medidas preventivas:
Ambos cánceres de piel tienen como factor de riesgo la exposición al sol durante la vida. La prevención se basa en la correcta protección solar, en la observación de la piel, y en acudir pronto al médico si existe la sospecha de alguno de estos tumores.

Conclusión: El carcinoma espinocelular y basocelular se trata de dos tipos de cáncer de piel frecuentes, que suelen aparecer sobre zonas de la piel expuestas al sol durante largo tiempo. Ambos tumores suelen afectar a personas adultas, en general a partir de los 50 años. El principal factor implicado en su aparición es la acumulación de radiación solar en la piel durante largo tiempo. El tratamiento es siempre la extirpación o cirugía del tumor. La prevención se basa en la correcta protección solar, en la observación de la piel, y en acudir pronto al médico si existe la sospecha de alguno de estos tumores.

Fuente de información: http://www.mapfre.es

    2. Infecciones Micoticas de la Piel:

Las infecciones micóticas de la piel se tratan de los hongos que infectan la piel  viven sólo en la capa más externa de la piel  y no penetran más profundamente. Algunas infecciones micóticas no producen síntomas o sólo provocan una pequeña irritación, descamación y enrojecimiento. Otras infecciones micóticas causan prurito, inflamación, ampollas y una grave descamación.
Los hongos suelen establecerse en áreas húmedas del cuerpo donde rozan dos superficies cutáneas: entre los dedos de los pies, en las ingles y bajo las mamas. Las personas obesas son más propensas a sufrir estas infecciones porque poseen muchos pliegues cutáneos.
Por extraño que parezca, las infecciones micóticas en una parte del cuerpo pueden causar erupciones en otras partes no infectadas. Los médicos pueden sospechar la presencia de hongos cuando aprecian una erupción roja e irritada en una de las áreas frecuentemente afectadas. Habitualmente el médico puede confirmar el diagnóstico raspando una pequeña porción de piel para examinarla al microscopio o colocarla en un medio de cultivo que hará crecer los hongos de modo que sea posible identificarlos.

Tiña:
La tiña es una infección micótica de la piel causada por diferentes hongos y que generalmente se clasifica según su localización en el cuerpo.

·     El pie de atleta (tiña de los pies) es una infección micótica frecuente que suele aparecer durante los meses cálidos. Es causada habitualmente tanto por Trichophyton como por Epidermophyton, hongos que pueden crecer en los espacios interdigitales calientes y húmedos de los pies.
·     El picor del suspensor (tiña inguinal) puede estar causada por varios hongos y levaduras. Es mucho más frecuente en varones que en mujeres y suele aparecer durante los meses cálidos. La infección produce áreas rojas y anulares, a veces con formación de pequeñas ampollas en la piel que rodea las ingles y en la parte superior de la cara interna de los muslos. Este proceso puede provocar picor intenso e incluso ser doloroso. Es frecuente la recidiva, ya que los hongos pueden persistir indefinidamente sobre la piel. Incluso con un tratamiento apropiado, las personas susceptibles pueden presentar infecciones repetidas.

·     La tiña del cuero cabelludo está causada por Trichophyton o por otro hongo llamado Microsporum. La tiña del cuero cabelludo es altamente contagiosa, especialmente entre los niños. Puede producir una erupción roja descamativa más bien pruriginosa, o si no placas de calvicie sin erupción.

·   La tiña de las uñas es una infección causada por Trichophyton. El hongo penetra en la parte recién formada de la uña produciendo engrosamiento, pérdida de brillo y deformación de la misma. Esta infección es mucho más frecuente en las uñas de los pies que en las de las manos. Una uña infectada puede desprenderse del dedo del pie, quebrarse o descamarse.

·     La tiña corporal también está causada por Trichophyton. La infección generalmente produce una erupción de color rosa o roja que en ocasiones forma placas redondeadas con zonas claras en el centro. La tiña corporal puede desarrollarse en cualquier parte de la piel.

·    La tiña de la barba se presenta en raras ocasiones. La mayoría de las infecciones cutáneas localizadas en la zona de la barba están causadas por bacterias y no por hongos.

-Tratamientos:
La mayoría de las infecciones micóticas de la piel, excepto las del cuero cabelludo y de las uñas, son leves y a menudo curan con cremas de antimicóticos. Existen muchas cremas antifúngicas eficaces que pueden adquirirse sin necesidad de prescripción médica. Generalmente, los polvos antimicóticos no dan buenos resultados en el tratamiento de estas infecciones. Los principios activos de las medicaciones antifúngicas son el miconazol, clotrimazol, econazol y ketoconazol.
Habitualmente, las cremas se aplican dos veces al día y el tratamiento debería prolongarse por lo menos de 7 a 10 días después de que la erupción haya desaparecido por completo. Si se interrumpe la aplicación de la crema con demasiada prontitud, la infección puede no haberse erradicado completamente y la erupción reaparecerá.
Pueden transcurrir varios días antes de que las cremas antifúngicas surtan efecto. Mientras tanto, suelen utilizarse cremas con corticosteroides para aliviar el picor y el dolor. La hidrocortisona en dosis reducidas es un fármaco de venta libre; los corticosteroides más potentes requieren prescripción facultativa.
Ante infecciones más graves o pertinaces, el médico puede prescribir terapia con griseofulvina durante varios meses, en ocasiones combinada con cremas antifúngicas. 

Candidiasis:

La candidiasis (infección por levaduras, moniliasis) es una infección producida por levaduras de Candida, antes denominada Monilia.
Candida suele infectar la piel y las membranas mucosas, como las que recubren la boca y la vagina. En raras ocasiones, invade tejidos más profundos como la sangre, causando una candidiasis sistémica que amenaza la vida del paciente. Esa infección mucho más grave es más frecuente en personas inmunodeprimidas (por ejemplo, enfermos de SIDA o pacientes tratados con quimioterapia).
Candida es un residente normal del tracto digestivo y de la vagina, que por lo general no causa ningún daño. Cuando las condiciones ambientales son particularmente favorables (por ejemplo, en un clima cálido y húmedo) o cuando las defensas inmunitarias de una persona están debilitadas, la levadura puede infectar la piel. Al igual que los dermatófitos, el crecimiento de Candida se ve favorecido en ambientes húmedos y cálidos. Algunas veces, los pacientes tratados con antibióticos padecen una infección por Candida debido a que los antibióticos eliminan las bacterias que residen normalmente en los tejidos, lo cual permite que Candida crezca de forma incontrolada. Los corticosteroides o la terapia inmunodepresora que sigue al trasplante de un órgano pueden también reducir las defensas del organismo contra las infecciones por levaduras. También las mujeres embarazadas, los obesos y los diabéticos presentan mayor susceptibilidad a la infección por Candida.

-Síntomas:
Los síntomas varían, dependiendo de la localización de la infección.
Las infecciones en los pliegues cutáneos (infecciones intertriginosas o intertrigo) o en el ombligo causan con frecuencia una erupción rojiza, a menudo con placas delimitadas que exudan pequeñas cantidades de líquido blanquecino. Puede haber pequeñas pústulas, especialmente en los bordes de la erupción, la cual se puede acompañar de picor o quemazón. Una erupción por Candida alrededor del ano puede ser pruriginosa, dejar la zona en carne viva y presentar un aspecto blanquecino o rojizo.
Las infecciones vaginales causadas por Candida (vulvovaginitis) son bastante frecuentes, especialmente en mujeres embarazadas, diabéticas o tratadas con antibióticos. Los síntomas de estas in-fecciones comprenden la emisión de un exudado vaginal blanco o amarillento, quemazón, picor y enrojecimiento de las paredes y de la región externa de la vagina.
Las candidiasis del pene afectan por lo general a diabéticos o a varones cuyas parejas sexuales padecen infecciones vaginales por esta levadura. Habitualmente, la infección produce una erupción rojiza, descamativa y, en ocasiones, dolorosa, localizada en la parte inferior del pene. Sin embargo, puede haber una infección del pene o de la vagina sin que se note ningún síntoma.
El afta es una infección por Candida, localizada en el interior de la boca. Las placas blancas cremosas típicas del afta se adhieren a la lengua y a ambos lados de la boca y a menudo son dolorosas. Las placas pueden desprenderse fácilmente con un dedo o una cuchara. Si bien en los niños sanos son frecuentes, en los adultos las aftas pueden ser un signo de inmunidad debilitada, posiblemente causada por diabetes o SIDA. El uso de antibióticos que eliminan las bacterias antagonistas incrementa las posibilidades de contraer aftas.
Las boqueras son una infección por Candida en las comisuras de la boca caracterizada por la formación de fisuras y de pequeños cortes. Pueden darse como consecuencia de dentaduras mal encajadas que dejan las comisuras de la boca húmedas de manera que permiten el crecimiento de las levaduras.
En la paroniquia por Candida, el hongo crece en la base de las uñas y produce una dolorosa inflamación con formación de pus. Las uñas infectadas por Candida pueden tornarse blancas o amarillas y desprenderse del dedo, ya sea de la mano o del pie.

-Tratamientos:
Por lo general, las infecciones cutáneas por Candida curan fácilmente con cremas o lociones medicamentosas. Los médicos a menudo recomiendan una crema con nistatina para tratar las infecciones cutáneas, vaginales y del pene; la crema se aplica habitualmente dos veces al día durante 7 a 10 días. Los medicamentos para tratar las infecciones por levaduras de la vagina o del ano están disponibles también en forma de supositorios. Los medicamentos específicos para las aftas deben ser administrados en forma de líquido para enjuagar toda la boca y luego escupirlo, o bien como un comprimido que se disuelve lentamente en la boca. En ocasiones, para las infecciones cutáneas se utilizan ungüentos con corticosteroides como la hidrocortisona, junto a cremas antifúngicas, debido a que los ungüentos calman rápidamente el picor y el dolor (a pesar de que no ayudan a curar la infección en sí misma).
Mantener la piel seca ayuda a eliminar la infección y previene la reaparición del hongo. Los simples polvos de talco o los que contienen nistatina pueden ayudar a mantener seca la zona superficial. 

Conclusión: Las infecciones micóticas de la piel se tratan de los hongos que infectan la piel  viven sólo en la capa más externa de la piel  y no penetran más profundamente. Algunas infecciones micóticas no producen síntomas o sólo provocan una pequeña irritación, descamación y enrojecimiento. Otras infecciones micóticas causan prurito, inflamación, ampollas y una grave descamación. 



      Para más información: http://www.msdsalud.es

         3. Lentigo: 

El lentigo es una hiperpigmentación que se presenta como pequeñas manchas en la piel, color marrón o negro, bien delimitadas que traduce un aumento de los melanocitos intraepidérmicos. Se deben distinguir tres formas: lentigo simple, lentigo solar y lentigo maligno. Este último se considera una forma de melanoma.
 El lentigo simple aparece en la infancia y no guarda relación con la exposición solar. Afecta a todas las razas y a los dos sexos por igual. Clínicamente se presentan como lesiones planas pardas, cuya tonalidad oscila entre el negro y el marrón claro, redondeadas u ovales, de bordes regulares y de coloración homogénea. Suelen medir menos de 5 mm y pueden afectar a cualquier región de la superficie cutánea y a las mucosas, sin predilección por las zonas expuestas a las radiaciones solares. Sin embargo, el léntigo solar sí guarda relación con la fotoexposición, por lo que suele localizarse en las zonas más insoladas (cara, miembros superiores). El lentigo solar, también llamado lentigo senil, es una mancha plana, de color amarillo claro, marrón claro o marrón oscuro, uniforme, de mayor tamaño que el lentigo simple, suele medir de 1 a 3 cm, de contornos irregulares, aunque bien delimitados.
 Aparece en personas de edad avanzada, en zonas fotoexpuestas (cara, manos y antebrazos), generalmente asociada a otras manifestaciones cutáneas de fotoenvejecimiento. Suelen ser múltiples, crecen con lentitud y tienen tendencia a confluir. Cuando no se perciban a simple vista se pueden visualizar con luz de Wood. Tras cesar la exposición a la radiación solar, pueden aclararse ligeramente, sin embargo algunos persisten indefinidamente. 

Conclusión: El lentigo es una hiperpigmentación que se presenta como pequeñas manchas en la piel, color marrón o negro, bien delimitadas que traduce un aumento de los melanocitos intraepidérmicos. Se deben distinguir tres formas: lentigo simple, lentigo solar y lentigo maligno. Este último se considera una forma de melanoma.

     



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